ODS 6: Agua Potable y Saneamiento

05.05.2023

Por Dr. Carlos Hiroo Saito, Presidente de GWP Sudamérica

El ODS 6 - Agua potable y saneamiento tiene como objetivo garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. La propia designación de este ODS 6 (consagrado en las metas 6.1 a 6.4) subraya la preocupación de las Naciones Unidas por el acceso al agua potable y al saneamiento de calidad.

Es importante recordar que esta preocupación por el acceso al agua potable de calidad y al saneamiento básico ya existía en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015), que precedieron a los ODS, y que tenían como meta reducir a la mitad la proporción de la población sin acceso al agua potable y al saneamiento básico. Este compromiso fue considerado por muchos como poco ambicioso e insuficiente (reducir a la mitad la desigualdad en el acceso), lo que llevó a establecer el objetivo de acceso universal al agua potable y al saneamiento básico para los ODS.

En relación con este compromiso, el Informe 2021 sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU muestra avances entre 2015 y 2020, con un aumento de la proporción de la población mundial con acceso a servicios de agua potable del 70,2% al 74,3%. El mismo informe lamenta que, a pesar de los avances, en 2020 todavía quedarán 2.000 millones de personas en el mundo sin agua potable gestionada de forma segura.

Además de estos 4 primeros objetivos, el ODS 6 sigue ocupándose de la aplicación de la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, y de la protección y restauración de los ecosistemas relacionados con el agua (montañas, bosques, humedales, ríos, acuíferos y lagos).

Por lo tanto, el ODS es más amplio que el agua potable y el saneamiento, y se inspira en el concepto de seguridad del agua aportado por ONU-Agua en 2013, que corresponde a la capacidad de una población de: garantizar el acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua de calidad aceptable para mantener los medios de vida, el bienestar humano y el desarrollo socioeconómico; garantizar la protección contra la contaminación y los desastres relacionados con el agua; y preservar los ecosistemas, en un clima de paz y estabilidad política.

Si tenemos en cuenta la meta 6.6 (protección y restauración de los ecosistemas relacionados con el agua), el mismo informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021 de la ONU informa de que, entre 1970 y 2015, los humedales continentales por sí solos y los de la zona costera y marina, en su conjunto, sufrieron una reducción de alrededor del 35 %.

El hecho de que este ritmo de pérdida sea tres veces mayor que el de la pérdida de bosques muestra la gravedad del problema que hay que afrontar, lo que hace que el escenario de la crisis del agua sea dramático. Por ello, debemos prestar atención a otros compromisos y agendas globales relacionadas, como los Decenios Internacionales establecidos por la ONU: el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), y el Decenio Internacional para la Acción: el Agua para el Desarrollo Sostenible (2018-2028), ambos actualmente en vigor y que se solapan con la Agenda 2030.

También es importante examinar más detenidamente el objetivo 6.5. La gestión integrada de los recursos hídricos se ha debatido en todo el mundo durante mucho tiempo, y los ODS también han establecido metas de apoyo como la ampliación de la cooperación internacional y el apoyo al desarrollo de capacidades para mejorar la gestión del agua y el saneamiento, incluyendo la captación de agua, la desalinización, la eficiencia en el uso del agua, el tratamiento de aguas residuales, las tecnologías de reciclaje y reutilización, o incluso el fomento y el fortalecimiento de la participación de las comunidades locales en la gestión del agua.

Todo el tema del ODS 6 es complejo y está interrelacionado con otros ODS. Por ello, la Asociación Mundial del Agua, por ejemplo, al valorar y actuar sobre el ODS 6, considera que es sólo la puerta de entrada para abordar también los demás ODS. Es necesario abordar la protección de los ecosistemas terrestres para proteger los manantiales; es necesario afrontar el cambio climático para proteger también los recursos hídricos. Es necesario hacer una gestión compartida de las aguas fronterizas y transfronterizas, pero no se pueden olvidar las responsabilidades históricas de cuestionar los límites fronterizos, porque sin un acuerdo sobre los límites fronterizos, no hay manera de gestionar las aguas en estas fronteras.

Por último, es importante recordar que el momento actual de la pandemia no ha hecho más que revelar la importancia del agua potable y del saneamiento básico para hacer frente al covid-19: ¿cómo pensar en la higiene personal y en las medidas de prevención, como el lavado de manos, si no hay agua en las casas? Y no basta con tener una tubería para la distribución del agua; es necesario que el agua llegue con suficiente presión, y de forma regular, a diario, durante todo el día. Las rutas y el suministro intermitente sólo representan otra cara de la desigualdad social en el acceso al agua y al saneamiento básico como derecho humano. Defender el agua y sus ecosistemas, luchar por el agua para todos, es también luchar por la justicia social.

Dr. Carlos Hiroo Saito. Licenciado en Ciencias Biológicas y Análisis de Sistemas de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Maestría en Educación por la Universidad Federal Fluminense, Doctorado en Geografía por la Universidad Federal de Río de Janeiro, con énfasis en Geoprocesamiento. Actualmente Presidente de Global Water Partnership-Sudamérica.

Correo Personal: carlos.h.saito@hotmail.com

Referencia bibliográfica:Libro Voces de los ODS 2022, Editor Vitalis, A.C. página 19, ODS 6 Agua limpia y saneamiento https://bit.ly/VocesODS2022

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